Un joven, encerrado en una habitación, en algún lugar de Inglaterra, observa el mundo exterior a través de Internet, libre de moverse por las fronteras. Chats, mensajes de texto y conversaciones telefónicas con su madre, así como sus respuestas al cuestionario de la oficina de inmigración, van componiendo su historia: un viaje de Irán a Turquía, luego a Grecia y finalmente al Reino Unido, donde solicita asilo.