Los habitantes de un pueblo en medio de la cordillera de los Andes se levantan para luchar contra la contaminación de las aguas de sus ríos y esteros, tras la instalación del relave de mineral más grande del continente. Ellos son conocidos como los “Banderas Negras”, símbolo de rebelión que flamea en las distintas casas y calles del pueblo. Tras varias negociaciones, la minera llega a un acuerdo con una parte de la comunidad, comprando en parte su silencio. Sin embargo, al día de hoy, 129 banderas negras continúan flameando.